lunes, 23 de abril de 2012

Martes III Semana de Pascua
Laudes y Vísperas
LAUDES

Oración de Mañana



SALUDO INICIAL


V. Señor abre mis labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.


Ant. Verdaderamente ha resucitado el Señor, Aleluya.

Salmo 94

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes.
Suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
"No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto:
cuando vuestros padres me pusieron a prueba,
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras."

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
"Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso."

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.


HIMNO

Estaba al alba María,
porque era la enamorada.

"¡María!" la voz amada.
"¡Rabbuní!", dice María.
El amor se hizo un abrazo
junto a las plantas benditas;
las llagas glorificadas
rios de fuego y delicia,
Jesús, esposo divino,
María, esposa cautiva.

Estaba al alba María,
para una unción preparada.

Jesús en las azucenas
al claro del bello día.
En los brazos del Esposo
la Iglesia se regocija.
¡Gloria al Señor encontrado,
gloria al Dios de la alegría,
gloria al Amor más amado,
gloria y paz, y Pascua y dicha! ¡Aleluya!

Estaba al alba María,
es Pascua en la Iglesia santa. ¡Aleluya! Amén.



SALMODIA

Ant. 1. Tú nos devuelves la vida, y tu pueblo, Señor, se alegra contigo. Aleluya.

Salmo 84

Señor, has sido bueno con tu tierra,
has restaurado la suerte de Jacob,
has perdonado la culpa de tu pueblo,
has sepultado todos sus pecados,
has reprimido tu cólera,
has frenado el incendio de tu ira.

Restáuranos, Dios, salvador nuestro;
cesa en tu rencor contra nosotros.
¿Vas ha estar siempre enojado,
o a prolongar tu ira de edad en edad?

¿No vas a devolvernos la vida,
para que tu pueblo se alegre contigo?.
Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación.

Voy a escuchar lo que dice el Señor:
"Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos
y a los que se convierten de corazón."

La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra;
la misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;

la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo;
el Señor dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.

La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.


Ant. 1. Tú nos devuelves la vida, y tu pueblo, Señor, se alegra contigo. Aleluya.

Ant. 2. Confiamos en el Señor; él nos dará la luz y la paz. Aleluya.



Cántico
Is 26, 1-4.7-9.12

Tenemos una ciudad fuerte,
ha puesto para salvarla murallas y baluartes:

Abrid las puertas para que entre un pueblo justo,
que observa la lealtad;
su ánimo está firme y mantiene la paz,
porque confía en ti.

Confíad siempre en el Señor,
porque el Señor es la Roca perpetua:

La senda del justo es recta.
Tú allanas el sendero del justo;
en la senda de tus juicios, Señor, te esperamos,
ansiando tu nombre y tu recuerdo.

Mi alma te ansía de noche,
mi espíritu en mi interior madruga por ti,
porque tus juicios son luz de la tierra,
y aprenden justicia los habitantes del orbe.

Señor, tú nos darás la paz,
porque todas nuestras empresas
nos las realizas tú.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.


Ant. 2. Confiamos en el Señor; él nos dará la luz y la paz. Aleluya.

Ant. 3. La tierra ha dado su fruto: que canten de alegría las naciones. Aleluya.


Salmo 66

El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación.

¡Oh Dios!, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.

Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra.

¡Oh Dios!, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.

La tierra ha dado su fruto,
nos bendice el Señor, nuestro Dios.
Que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. 3. La tierra ha dado su fruto: que canten de alegría las naciones. Aleluya.



LECTURA BREVE
Hch 13, 30-33

Dios resucitó a Jesús de entre los muertos. Y durante muchos días se apareció a los que con él habían subido de Galilea a Jerusalén: estos efectivamente,dan ahora testimonio de él ante el pueblo. Y nosotros os damos la buena nueva: la promesa que Dios hizo a nuestros padres la ha cumplido él ahora con nosotros, sus hijos, resucitando a Jesús, según está escrito en el salmo segundo: "Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy."


RESPONSORIO BREVE

V. El Señor ha resucitado del sepulcro. Aleluya, aleluya.
R. El Señor ha resucitado del sepulcro. Aleluya, aleluya.

V. El que por nosotros colgó de madero.
R. Aleluya, aleluya.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. El Señor ha resucitado del sepulcro. Aleluya, aleluya.


CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Os lo digo con toda verdad: Moisés no os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Aleluya.

Cántico a Zacarías




PRECES

Alabemos a Cristo, que con su poder reconstruyó el templo destruido de su cuerpo, y supliquémosle:

Concédenos, Señor, los frutos de tu resurrección.

  • Cristo, Salvador, que en tu resurrección anunciaste la alegría a las mujeres y a los apóstoles y salvaste al universo entero,
    conviértenos en testigos de tu resurrección.

  • Tu que has prometido la resurrección universal y has anunciado una vida nueva,
    has de nosotros mensajeros del Evangelio de la vida.

  • Tú que te apareciste repetidas veces a los apóstoles y les comunicaste el Espíritu Santo,
    renuévanos por el Espíritu consolador.

  • Tú que prometiste estar con tus discípulos hasta el fin del mundo,
    quédate hoy con nosotros y sé siempre nuestro compañero.

    Se pueden añadir algunas intenciones libres


    Concluyamos nuestra oración, diciendo juntos las palabras de Jesús, nuestro maestro: Padre nuestro ...


    ORACION

    Señor, tú que abres las puertas del reino celestial a los que han renacido por el agua y por el Espíritu Santo, acrecienta en tus hijos la gracia que les has dado, para que no se vean privados de tus promesas los que han sido ya purificados de sus culpas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.



    CONCLUSIÓN

    V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
    R. Amén.

    _________________________


    VISPERAS

    Oración de la noche



    SALUDO INICIAL


    V. Dios mío, ven en mi auxilio.
    R. Señor date prisa en socorrerme.

    Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo.

    Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.


    HIMNO

    Nos reúne de nuevo el misterio
    del Señor que resurge a la vida,
    con su luz ilumina a la Iglesia,
    como el sol al nacer cada día.

    Resucita también nuestras almas,
    que tu muerte libró del castigo
    y vencieron contigo al pecado
    en las aguas del santo bautismo.

    Transfigura los cuerpos mortales
    que contemplan tu rostro glorioso,
    bella imagen del Dios invisible
    que ha querido habitar con nosotros.

    Cuando vengas, Señor, en tu gloria,
    que podamos salir a tu encuentro,
    y a tu lado vivamos por siempre
    dando gracias al Padre en el reino. Amén.


    SALMODIA

    Ant. 1. Paz a vosotros, yo soy en persona, aleluya: no os alarméis. Aleluya.


    Salmo 124

    Los que confían en el Señor son como el monte Sión:
    no tiemblan, está asentado para siempre.

    Jerusalén está rodeada de montañas,
    y el Señor rodea a su pueblo
    ahora y por siempre.

    No pesará el cetro de los malvados
    sobre el lote de los justos,
    no sea que los justos extiendan
    su mano a la maldad.

    Señor, concede bienes a los buenos,
    a los sinceros de corazón;
    y a los que se desvían por sendas tortuosas,
    que los rechace el Señor con los malhechores.
    ¡Paz a Israel!

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
    Como era en un principio, ahora y siempre,
    por los siglos de los siglos. Amén.


    Ant. 1. Paz a vosotros, yo soy en persona, aleluya: no os alarméis. Aleluya.

    Ant. 2. Espere Israel en el Señor. Aleluya.


    Salmo 130

    Señor, mi corazón no es ambicioso,
    ni mis ojos altaneros;
    no pretendo grandezas
    que superan mi capacidad;
    sino que acallo y modero mis deseos,
    como un niño en brazos de su madre.

    Espere Israel en el Señor
    ahora y por siempre.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
    Como era en un principio, ahora y siempre,
    por los siglos de los siglos. Amén.


    Ant. 2. Espere Israel en el Señor. Aleluya.

    Ant. 3. Tema al Señor la tierra entera, porque él lo dijo y existió. Aleluya.


    Cántico
    Ap. 4,11; 5, 9-10. 12

    Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
    el honor y el poder,
    porque tú has creado el universo;
    porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.

    Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
    porque fuiste degollado
    y por tu sangre compraste para Dios
    hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
    y has hecho de ellos para nuestro Dios
    un reino de sacerdotes
    y reinan sobre la tierra.

    Digno es el cordero degollado
    de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
    la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
    Como era en un principio, ahora y siempre,
    por los siglos de los siglos. Amén.

    Ant. 3. Tema al Señor la tierra entera, porque él lo dijo y existió. Aleluya.


    LECTURA BREVE
    1Pe 2, 4-5

    Acercándoos al Señor, la piedra viva, rechazada por los hombres, pero escogida y apreciada por Dios, también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción del templo de Espíritu, formando un sacerdocio sagrado, para ofrecer sacrificios espírituales que Dios acepta por Jesucristo.


    RESPONSORIO BREVE

    V. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya, aleluya.
    R. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya, aleluya.

    V. Al ver al Señor.
    R. Aleluya, aleluya.

    V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
    R. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya, aleluya.



    CÁNTICO EVANGÉLICO

    Ant.
    El pan de Dios es el que ha bajado del cielo y da la vida al mundo. Aleluya.

    Cántico de la Santísima Virgen María



    PRECES

    Aclamemos alegres a Cristo, que después de ser sepultado en el seno de la tierra resucitó gloriosamente a vida nueva, y digámosle confiados:

    Rey de la gloria, escúchanos.

  • Te rogamos, Señor, por los obispos, los presbíteros y los diáconos,
    que sirvan con celo a tu pueblo y lo conduzcan por el camino del bien.

  • Te rogamos, Señor, por los que sirven a tu Iglesia con el estudio de tu palabra,
    que escudriñen tu doctrina con pureza de corazón y deseo de adoctrinar a tu pueblo.

  • Te rogamos, Señor, por todos los fieles de la Iglesia,
    que combatan bien el combate de la fe y, habiendo corrido hasta la meta, alcancen la corona merecida.

  • Tú que en la cruz cancelaste la nota de cargo de nuestra deuda,
    destruye también en nosotros toda clase de esclavitud y líbranos de toda tiniebla.

    Se pueden añadir algunas intenciones libres


    Tú que al bajar al lugar de los muertos abriste las puestas del abismo, recibe a nuestros hermanos difuntos en tu reino.

    Terminemos nuestra oración con las palabras del Señor: Padre Nuestro ....


    ORACION

    Señor, tú que abres las puertas del reino celestial a los que han renacido por el agua y por el Espíritu Santo, acrecienta en tus hijos la gracia que les has dado, para que no se vean privados de tus promesas los que han sido ya purificados de sus culpas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.


    CONCLUSIÓN

    V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
    R. Amén
  • martes, 3 de abril de 2012




    Al ver a Jesús llevando el peso de nuestra Cruz camino al Calvario, con todo nuestro dolor en el pecado, nos sirve para reflexionar la inmensidad con que EL nos Ama, en donde nos dice a cada instante de nuestra vida que sigamos luchando con toda nuestra Alma, con toda nuestra Fe puesta en EL, que EL es el Camino, Verdad y Vida, que es La LUZ de la Resurrección para nuestro Cuerpo y Alma juntos Unidos a EL.

    Cuanto nos sirve de reflexionar en esta Semana Santa ante tanta magnitud infinita de Amor, si nos ponemos a pensar detenidamente en este Acto de Amor que Jesús nos Regaló desde la Cruz, seguramente cambiaremos nuestra vida alrededor nuestro, seríamos más hermanos, más unidos, más compasivos los unos a los otros, respentandónos y valorándonos como lo que somos: CRISTIANOS.


    Que estas Pascuas nos encuentre en Jesús Abandonado la manera de Amarnos más con el Corazón y con el Alma.








    miércoles, 7 de marzo de 2012

    JESUS EN LA SOLEDAD

    Cuantas veces pasamos por una Iglesia, Capilla o Parroquia mas cercana o en el Centro de la Cuidad y no nos damos cuenta que Jesús esta alli en la Soledad y en el abandono en el Sagrario, y EL sin embargo con el intenso e infinito AMOR que nos tiene, nos espera siempre con los abrazos abiertos y esperando que le demos un beso en su rostro para reparar el beso de judas.

    Jesús en la Soledad, que busca ser consolado, que busca que los acompañemos aunque sea unos minutos de nuestra vida, que busca que le hablemos, que lo escuchemos, que nos dice que EL AMOR QUE NOS TIENE NO SE VA A ACABAR NUNCA JAMAS, QUE LA INFINITA PACIENCIA QUE NOS TIENE TAMPOCO, QUE NOS PERDONA TODO, NUESTROS ERRORES, FRACASOS EN NUESTRA VIDA Y NOS DA SIEMPRE LA MANO TENDIDA PARA SEGUIR ADELANTE EN NUESTRO CAMINO.

    Jesús en la Soledad, que nos perdonó todo nuestros pecados desde el madero clavado en la cruz, dio su vida por nosotros, que perdonó a aquel que lo humilló, que lo calumnió, que lo maltrató, Cuanto Amor de los Amores!

    Cuando hablo de Jesús en la Soledad me saltan las lagrimas pero las lagrimas de emoción, de ir a consolarlo, de estar con El y de acompañarlo siempre en mi vida, es un enamoramiento que no tiene nombre ni significado, solo ES AMOR POR EL, HASTA DAR LA VIDA.

    Me emocioné escribiendo sobre Jesús en la Soledad, cuanto hay para decir que no hemos dicho, cuanto para agradecer que no hemos agradecido, y cuanto por darle EL lo que lo EL nos dió y nos sigue dando como Alimento para Nuestra Alma.


    Les dejo con Jesús en la Soledad.

    Un abrazo.


    viernes, 2 de marzo de 2012

    25 AÑOS DE SERVICIO AL AMOR DE JESUS

    25 AÑOS DE SERVICIO  AL AMOR DE JESUS.  

    SERVICIO DE TOTAL ENTREGA A SU AMOR POR  EL, AL AMOR ETERNO, A SU AMOR QUE ESTA EN LA SOLEDAD DEL SANTISIMO, AL AMOR DE LOS AMORES.
    CUANTA BELLEZA REFELEJADA EN ESE AMOR A JESUS EN LA EUCARISTIA, QUE HIZO DE TU CAMINO LLEGAR A EL , A ESTA HERMOSISIMA VOCACION, DE DEJAR TODO POR EL, CARGANDO SU CRUZ Y SEGUIRLO.

    25 AÑOS DE SERVICIO DE AMOR A MARIA INMACULADA, A LA MAMITA DEL CIELO QUE TE ILUMINA CADA DIA DE TU VIDA Y ESTA A TU LADO SIEMPRE ACARICIANDOTE EL ALMA  CON SU AMOR DE MADRE ETERNA EN CADA DECISION, EN CADA PASO QUE DAS.


    25 AÑOS DE SERVICIO DE AMOR AL PROJIMO :  DE DARNOS CADA MAÑANA ESA ALEGRIA REFLEJADA EN TU ROSTRO, DE DARNOS UN ALIENTO, UNA PALMADA A CADA CHICO QUE SE TE ACERCA, DE APOYARLO, DE GUIARLO Y AYUDARLO EN SU ANDAR.

    25 AÑOS DE COMPARTIR TODA TU VIDA EN ESTA HERMOSA CONGREGACION DE LAS HIJAS DE LA INMACULADA, QUE PASAN POR ELLA Y CUMPLIENDO ESTA MISION TAN HERMOSA QUE JESUS TE HA ELEGIDO QUE SEAS.


    25 AÑOS Y LA ALEGRIA INMENSA DE TENERTE CON NOSOTROS HERMANA NORMA, GRACIAS JESUS POR ELEGIRLA!!


    UN ABRAZO EN CRISTO POR MARIA

    MARIANA 

    jueves, 23 de febrero de 2012

    Para reflexionar

    "¿Por qué, oh Señor, es tan difícil para mí mantener mi corazón dirigido a ti? ¿Por qué ocupan mi mente, continuamente, las muchas pequeñas cosas que quiero hacer, y mucha de la gente que conozco, incluso durante las horas en que estoy totalmente libre para estar contigo y nada más que contigo? ¿Porqué mi mente vaga en tantas direcciones y por qué mi corazón desea las cosas que hacen que me desvíe? ¿No eres suficiente para mí? ¿Sigo dudando de tu amor y solicitud, de tu misericordia y de tu gracia? ¿Sigo preguntándome, en el centro de mi ser, si me darás todo lo que necesito si sólo mantengo mis ojos en ti?
    Por favor, acepta mis distracciones, mi fatiga, mis irritaciones, y mis vagabundeos sin fe. Me conoces más profunda y plenamente de lo que yo me conozco. Me amas con un amor, más grande que aquel con el que yo puedo amarme. Hasta me ofreces más de lo que puedo desear. Mírame, obsérvame en toda mi aflicción y confusón interna, y permíteme sentir tu presencia en medio de mi agitación. Todo lo que puedo hacer es mostrarme a ti. Sin embargo, tengo miedo a hacerlo. Temo que me rechaces. Pero sé que Tú deseas darme tu amor. Lo único que me pides es que no me esconda de ti, que no escape por desesperación, que no actúe como si fueses un déspota impío.

    Toma mi cuerpo cansado, mi mente confusa y mi corazón inquieto en tus brazos, y dame descanso, simple y calmo descanso. Ven, Señor Jesús, ven. Amén.

    miércoles, 22 de febrero de 2012

    UN GRAN TESTIMONIO DE VIDA

    Quiero compartir este Testimonio de Vida que me llegó mucho al corazón, una historia de vida, marcada desde el sufrimiento de su enfermedad y como este Chico encuentra a Jesús como su amigo y protector. Es bellisima su historia! Extraída de la Revista: "Cuidad Nueva" , Enero-Febrero 2012.



    Una intensa vida interior

    “Esa estrella luminosa es Marco”

    “La vida es un camino
    que no acaba cuando querríamos detenernos,
    que muchas veces no va en el sentido que hubiéramos preferido, 
    y a menudo es tan empinado que te deja sin aliento, 
    pero que debe ser encarado con la mirada en la meta 
    y no sólo con la cabeza gacha para no tropezar con las piedras 
    que entorpecen el sendero. 
    Sólo de esta manera 
    podremos sentirnos parte del camino que Dios ya pensó 
    para llevarnos a él 
    y saborear sus maravillas que nos alivianan la vida, 
    como las personas que comparten este trecho, 
    porque nuestro Padre celestial conoce el corazón del que ama 
    y sabe que solos no podríamos, 
    mientras que el ir juntos nos permite viajar 
    con el viento a nuestras espaldas 
    y gozar del sol y de la lluvia, 
    sostenidos por la comunión de quienes 
    con nosotros eligieron 
    llegar a la cima con el amor recíproco. 
    Feliz camino y que cada uno recuerde 
    que somos compañeros de viaje”.
    Así escribía Marco Bettiol en su cumpleaños número dieciocho. Durante el colegio secundario lo conocían como “el poeta” y él se distinguía por sus conocimientos de griego y latín. Pero no sólo eso, también manifestó ser un sabio ni bien pudo comenzar a comunicarse con la ayuda de un teclado. Uno puede imaginar qué significó para sus padres, Patrizia y Francesco, leer las primeras palabras de Marco recién cuando tenía ocho años. Para el Día del Padre, Marco le escribe: “A mi papá, delicado y tierno amigo, siempre compañero de mi mundo de alegrías e incertidumbres, pero sobre todo de amor. Muchas felicidades, papá”. Y a su madre: “Querida mamá, refinada flor de mi jardín, luz y alegría de mi mirada. Es la primera vez que puedo hablarte después de ocho años de silencio, para decirte que mi corazón está lleno de amor por ti. Recogeremos juntos los frutos que la vida nos ofrezca. Dulces o amargos. Con amor, Marco”.
    De aquellos días quedaron escritas sus palabras. Y quedó no sólo la comunicación de los hechos cotidianos sino también la conciencia que Marco tenía de su condición: “A veces me pregunto qué otra cosa puedo dar a los demás más allá de mis diferencias. Sé que lo primero que se ve es este cuerpo sin fuerza, en mis ojos que rara vez se cruzan con otros y no pueden mantener la mirada, y en las manos que poco saben hacer. A veces se habla de mí sin tener en cuenta que estoy presente, que cada palabra tiene para mí peso y valor. Otras veces, ojos cargados de lástima me observan y no ven más que a un pobre ser que la vida castigó”.
    Aquel hermoso niño había nacido en 1992. A los tres meses, las crisis epilépticas obligaron a sus padres a peregrinar de hospital en hospital sin obtener un diagnóstico exacto. Cuando nació su hermanito, Alberto, Marco ya tenía cinco años y sus dificultades físicas crecían. La encefalopatía comprometía el sistema nervioso: una esclerosis acentuada con graves repercusiones en la mecánica respiratoria.
    “La experiencia con Marco –referían sus padres– nos hizo descubrir qué importante es tratar de comprender lo que Dios quiere más allá de nuestros propios deseos. Estar junto a Marco fue vivir con él cada triunfo, cada paso, sin pretender que fuera diferente”.
    Cuando nació su hermanita Elisa, Marco ya tenía 12 años y escribía: 
    “Entre las tiernas nubes
    de una primavera incierta
    llegó un copo rosado,
    que como un regalo divino
    nos dio un nuevo sueño. 
    Te ruego, Jesús, que le des más, 
    más que una sonrisa
    y más que el paraíso,
    que le des tu amor
    la abraces junto a tu corazón y le prepares un futuro 
    en un mundo menos duro”.
    Pude conocer a Marco gracias a Chiara M. (1), quien ahora me escribe: “Marco tocó con sus alas a quien se le cruzó por el camino, también a mí. Las movió un poco y, sin advertirnos, dejó caer sobre nuestras almas algo de su polvo de luz”.
    También su hermanita, Elisa, me sugiere por teléfono: “Esta noche no olvides mirar al cielo. Si ves una estrella más luminosa que las demás, es Marco”.
    El hermano, Alberto, hoy de trece años, percibe que Marco de alguna manera lo guía: “Siento en mi corazón como si me hablara, lo que antes no podía hacer. Ahora me permite comprender que es muy importante amar como él lo hizo para llegar un día a encontrarnos en el cielo”.
    La familia Bettiol vive en Dueville, Vicenza, en el centro norte de Italia, donde todos concuerdan en que Marco sacudió a su pueblito. Cuando dije a sus padres que son una familia extraordinaria, respondieron: “Nos parece excesivo que nos definan así. Sabemos que Marco fue un gran regalo que nos formó y nos ayudó a crecer. Pero nada más”.
    En esta “normalidad” creció Marco, que se propuso hacerlo todo “por el bien de los demás y para que Jesús vuelva a nacer en el mundo, tal como María supo entregarlo al decir que sí a lo que Dios había pensado para ella”. Todo esto lo había aprendido desde chico cuando pudo establecer una relación personal con Chiara Lubich, quien lo llamaba “Amado”. Pero esa sintonía se apoyaba en que él, que dependía en todo de los demás, siempre supo aceptar cada dolor y cada límite como si Jesús se presentara a pedirle su amor: “Dios amor nos habla a través del dolor y nos permite experimentar que nuestra nada puede ser el alma-esposa que le dice que sí. Quiero creer siempre y elegir a Jesús abandonado como único amor”.
    Tres semanas antes de su muerte, Marco estuvo en la fiesta de la beatificación de Chiara Luce Badano: “Fue un día de desmesurada alegría, que reencuentro cada vez que le digo que sí a Dios en el momento presente, ser como ella quiere decir estar entregado a Jesús abandonado, y ser uno con él y con su voluntad”.
    La mañana del 15 de octubre de 2010 fue el nuevo y definitivo día para Marco
    1.Autora del libro Cruel dulcísimo amor, publicado por Ciudad Nueva, Buenos Aires, 2008.

    La Navidad de Marco
    Cuando el corazón está lleno de alegría, Navidad está cerca;
    cuando el amor renueva cada cosa, Navidad está a las puertas;
    cuando el dolor nos acerca a Dios Padre,
    el niño Jesús vuelve a nacer;
    cuando el sol surge en el alma y alegra la vida,
    el niño Jesús nos sonríe.
    Si nos regalamos unos a otros lo mejor que tenemos,
    construimos la cuna donde nace Jesús;
    si nos damos una mano para afrontar la noche,
    la luz de Jesús nos ilumina el camino;
    si nos unimos para rezar con más fuerza,
    el Jesús que invocamos ya está presente entre nosotros;
    si estamos dispuestos a morir a nuestro egoísmo,
    cada día es Navidad para nosotros.
    Deseos de alegría y de nueva esperanza,
    que el niño Jesús sea para todos el milagro que estamos esperando,
    el amor de un Dios,
    que renueva con cada uno la nueva alianza.
    Feliz Navidad de salvación.